martes, 6 de diciembre de 2011

MATEN A QUIÉN INVENTÓ SIDRA “LA FARRUCA”



Armé dos porros con la seda
Que me regalaste en Suiza.
Los malditos soldaditos con sus tatuajes tumberos
Con cuchillos entre las muelas,
Con sus motos prestadas
Nos miraban de reojo.
Y te pedí ese encendedor
Que nunca más
te devolví.
Nos cagábamos de la risa porque
Ninguno de los dos sabía armar bien…
En realidad no sabíamos armar ni amar.
(Nacimos más inútiles que decir “Unión soviética”)
Todo era una excusa que nos importaba mucho.
Creo que no lloramos ese día.
Nuestras zapatillas nos hacían reír.
No podías saltar mal, y yo no podía escupirte para siempre…
Miraba para todos lados. Asustado.
Miraba una gota de lluvia pegada en una hoja de árbol.
Miraba adentro tuyo.
Y mis ojos comían tu riñón
y tu cabeza llena de horas, de cigarros, de memorias retorcidas.
Con un sistema visual inaudito.
La soga
De tu futuro. Inaudito.
Inclusive éramos más jóvenes que ahora y que los sonic youth.
Inaudito.
Qué palabra copada: “inaudito”
Si el día de mañana tenemos un hijo pongámosle así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario