miércoles, 27 de julio de 2011

Los árboles Huelen como árboles


Casi casi sueño

Fue el jardín de herederos
cayendo al amor profundo, bailando cumbia
Muriendo al cantar después.
Dios sabe quién nos hizo crecer.
Y quién nos enseñó
a callar

Constantemente viéndolo todo.
No te asustes.
No te vayas.
No tengo escopetas. Pero uso paraguas.

Murió un remisero mientras te esperaba.
Y resulta que Gabriel era el único arcángel drogadicto en los templos del cielo.
Amigo cabaretero de Buda.
Barrendero del palacio.

Busqué en la frecuencia de la radio un nombre parecido al mío.
Pero solo dos eran los de siempre.
Casi todos los días hacemos lo mismo
Tendemos a seguir siendo jóvenes
en estos tiempos sin tiempo
necesito que alguien se suene los mocos y pincele los vientos
Que me hacen toser.
Afuera el mundo viaja en la misma línea ondulada.
Nos conocemos preocupados día a día.
Ojalá exista otra forma.
Y que la experiencia haga de remedio







Mi funeral será tu perfume

Los narco-deliverys traficaban espanto
y lo dejaban en los portones de las mansiones de hombres miedosos.
Yo no extrañaba el sol. Pero extrañaba que fueran las diez de la mañana.
Aunque Jugaba con las bolsas cuadrillé que usaban mis abuelos
Cuando les costaba volver del almacén.
Era otro cuerpo el que hablaba por mí.
Quería que vengas a casa a contarme cómo es eso
de que existe la muerte antes de ser feliz.
La tortilla se cocinó y los recuerdos nos visitaron
Para contarnos que un manicomio no es igual que el amor.
Y ya me había olvidado de que quería que vengas a casa.
Nadie soñó lo que yo vi despierto.
No tomé de la botella para borrarlo todo.
Desnudos deben temer que alguien construyó un tenedor libre
en los días donde el hambre faltaba;
¡Ausente, señorita! Soy la sombra que vino a estudiar.
Más allá del lavarropas
hay una propaganda fetichista de los violadores del ecosistema.
Montados en sus aguijones nunca vi a un político
vivir en un rancho de adobe.
Serán mis días lunáticos que se comieron mis entrañas.
O me equivoqué y puse mis tripas en vez del pollo…
Si empiezo a disfrutar de la vida, tal vez me enamore de mi de una vez por todas.
No puedo mentir. Ya me casé dos veces conmigo. Nadie supo que me divorcié.
Me dio un poquito de celos que mamá se haya enamorado de Jim Morrison dos días seguidos.
Adentro de mi corazón,
el que espera es tuyo.
Dos finitas estrellas
fumando porro en el amanecer.

Dejenme tranquilo.
Ya sé que fantasma va a vestirse por mí
Mañana mi funeral será tu fiesta.
Festejaremos en un hospital todos los detalles y maravillas que hagan los tarados de tus amigos.







“La cabeza que era un museo de árboles sin mundo”

Limarte el cerebro como un jamón no te limita
Y te sobrepasa. Tanto que llegás a creer
que mirás el todo
como un objeto estándar.
Hay que ser bastante idiota para pensar en una sola cosa.
Mi casa tiene un cuerpo.

La cara bordó en el pelo de los trabajadores arde
y calca el futuro de todos los niños:
Mamá… ¿yo que hago acá?
¿Me bajás?
Tus enemigos son tus mejores amigos. Siete.
Mejor calidad que cantidad.

Ayer a la mañana vi pasar un tren.
“No me voy a tirar”, dije para mí mismo (Disfrazado de otro)
El circo prende sus luces siempre.
Vivimos rodeados de infinitas interpretaciones.
Asimilémoslo. Si llegás tarde al laburo,
o muere tu familia entera o te ponés de novia,
el circo sigue intacto.
Después de pensar eso no me importó el tren.

Al otro día
me compré una cámara de fotos muy copada.
Pensé en fotografiar lindos paisajes y personas felices.
Luego me arrepentí.
Porque el valor de lo que pensaba
No era por el valor en sí.
Quería ganar plata al pedo.
Para eso me compro una bicicleta
y salgo a pasear
sin decir nada.










CONCENTRADO
Estoy a punto de olvidarme la cara en la calle.
Me asesina que me acuerde.
Mi fantasma no me extraña.
Ya camina solo.
Autos como nubes
que se van. No puedo pensarlo dos veces
Pienso que ayer
es regresar diciéndome hola.

El amor guardado en el kiosco
¿Y cómo es eso que el niño pierde sus juguetes
Sin saber donde buscarlos…?
Tu inteligencia va más allá de lo que está puesto.
No sé jugar
No sé jugar con los fármacos.
No sé jugar con los cuervos.

El mundo es perfecto.
No tiene cuello.