miércoles, 14 de diciembre de 2011

1000 buitres brincan sobre huesos




Galería de torturas lame la mente
Intento llegar al suelo
pero invento mis pies.
Tiembla el techo. Se mueve la cama.
Se abrazan las arañas.
Se terminó el amor. Quedé atrapado
En un río lleno de distancia y barcos peruanos.
Un tumor flota en la aorta, vena ancha del mundo.
Llenamos el universo de estupideces
y de sueños despiadados.
Colmamos la paciencia
de toda expectativa posible. El mundo está en cualquier lugar.
Guardé el arroz.
Le gané a un boxeador. Rompí un termo sin agua.
Quiero hacerle una canción a mis vecinos pero es estúpido.
Quiero hablar de los fantasmas de mi habitación
pero es lo mismo que hacerle una canción a mis vecinos que odio.
Un dinosaurio azul usa mi paraguas cuando llueve.
Vos no sabés lo que es vivir con vos mismo.
¿Qué puede saber el chancho de aviones si nunca para arriba?
Se incendian las fábricas.
Tu abuela dice: “¡Qué bueno, diocito les mandó la lluvia!”
Te armás otro porro
y tu sangre
Corre más rápido que los hinchas de racing.
Dame un beso suicida, y me perdonaré...

“HELADA MADRINA”




Con tus piernas de cemento pateaste mi cabeza
Tirada en la calle. Estoy empezando a creer que lo digo
Se vacía de sentido poco a poco.
Y los perros mastican tus pañales, brillan los carteles
Vendiendo pesadillas oficialistas. Vidrios polarizados que se ven.
No podemos comer vidrio.
No podemos manejar el auto.

Un hombre encuentra un millón de besos
envueltos en una valija y los devuelve.
Se seca por dentro, viaja al sol.
Unos hippies mediocres lo toman en té.
¡Pobre hombre!
Parece que el colectivo no llega más.
Es la mente
de la feria

Almas hechas de feriados miran con asombro y asco
a ellos
Que se abrazan en la ciudad
No hay pasacalles que prohíban la ignorancia. Aplaude un pájaro.
El vestido de florcitas empieza a moverse.
No sé si la belleza me asusta o me conmueve.
No sé si te extraño o te encontré demasiado rápido.
Podría dejarte en un vaso, enterrarte para siempre
en la retina ajena
de la cual ya no soy dueño…

Mientras las ambulancias
simulan llevar a un herido
para llegar más rápido al festival de ilusiones.
Los hippies se matan con eso. Los veo.
La luna complementa. Se calla.
Mira como carajo hacen los ángeles para suicidarse
con suma ternura.
Se cuelgan de un jacarandá, agarran una hoja,
Pinchan sus venas,
se empapan con su sangre enferma.
Todo parece triste pero no lo es.
No deberíamos haberlo pensado.
Ese es el mayor problema: Saber que algo debería estar pasando y no pasa.
Eso. Ese. Pensar.
Conflicto al interior atormentado.
Auto-insatisfacción. Pequeña muerte
Incompetente.