viernes, 29 de octubre de 2010

"Yo quería ser yo para cuando me vieras hablar"


Si andás
con ganas de matar algo.
Agarrá
un tramontina de dos pesos,
fumate un cigarro con tranquilidad.
Ponete algo de los White Stripes y sin dudar
dale por muerte
al corazón de ese pensamiento que hoy te duele.

Vos sabés bien que un sentimiento siempre es cerebral
y toda esa parafernalia de un día de ataúd
no es cualquier cosa que tenga que ver con la vida cotidiana
o porque se te hayan quemado los fideos que ibas a almorzar.

Va más allá que eso.

Lo verdaderamente importante no está a la vista. Debería.. pero no está.

Si te dijo que era mala, soberbia, demente y peligrosa.
No le creas totalmente.
Puede a que tenga miedo...
O a que todo el mundo sea parecido. ¿Acaso somos tan diferentes?

El mundo a veces es una llama y otras, algo para ignorar.
La importancia de una necesidad es lo que no se soporta ya.
Es irremediable pedirle al diablo
que se ponga botas y pantalones de jean.

En el fondo de cada lágrima
existe una huella.
Esa misma que permanentemente queda marcada como pasos
en la ventana
de los asientos del "15".

No me subo al colchón ni salto como un niño.
No soy tan insensato:
"YO NO BAILO REGGAE"

Perdí la oportunidad más hermosa de mi puta vida.
Y ahora me siento mal
(Y sigo sin saber como acomodar la silla para
que
no se caiga hacia atrás)

Mi amor
es como cuando caminás por la vereda y te dan un volante de cursos de yoga
y vos lo agarrás
sabiendo que en la esquina
vas a hacerle un bollo para tirarlo...

Estoy pensando en empezar a usar muletas.
Si me caigo
tengo una excusa..