lunes, 19 de septiembre de 2011

MI CUERPO SEXFUMÓ



Lluvia y fiesta de harina en el velatorio
de mis viejas sensaciones.
Giran los poetas barderos, cantantes malos.
Hacen un trompo los elefantes sin piernas,
y la gente común
prefiere llegar temprano a casa.
¡Salven a la virgen!, gritan en la feria
(que los ladrones ni se enteran)
Culos atrofiados y piropos de tu mamá al albañil de la esquina.
Todo está al revés…
en el universo de las manos mancas reina el mono manco
y ya no ríe quién más tiene
Sino quién menos necesita…
Yo no estoy perdido. Sólo que no me encuentro.
Suben a la montaña las hormigas,
bajan en paracaídas las estrellas.
Seis más seis son cincuenta.
50 mil muertos de hambre.
El resto son chinos.
Los otros ven el amanecer.

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